Como director de cadena de suministro minorista, ¿cómo te aseguras de que tu empresa demuestre acciones para proteger el medio ambiente para satisfacer el nivel de preocupación de tus consumidores por la sostenibilidad?

“Esta es la pregunta que los minoristas contemporáneos se hacen en este momento”, dijo Tom Enright, analista vicepresidente de Gartner, durante el EMEA Gartner Supply Chain Symposium / Xpo™ virtual de 2020. “Ya no se dedican solamente a vender, y ahora escuchan realmente las preocupaciones medioambientales de los consumidores sobre cómo se entregan los pedidos”.

Un resultado de esto es un fuerte impulso para mejorar la sostenibilidad en la llamada última milla de la cadena de suministro: la etapa final del cumplimiento del pedido entre la ubicación de almacenamiento de inventario más cercana y el momento en que el paquete se entrega a la puerta del comprador o el consumidor lo recoge. Cada vez más, los minoristas permiten a los clientes elegir opciones de última milla para el embalaje y la entrega en función de sus preferencias de sostenibilidad.

“El concepto es utilizar la sostenibilidad como moneda”, dijo Enright. “La mayoría de los consumidores quieren que el proceso de entrega sea neutro en carbono y pagarían más por un embalaje sostenible. La preocupación por la sostenibilidad se está volviendo universal”.

Los minoristas responsables con el medio ambiente deben centrarse en tres actividades clave para demostrar que están respondiendo a las preocupaciones de sostenibilidad de sus clientes.

1. Ofrece velocidades de entrega más sostenibles.

Los consumidores no siempre necesitan que sus pedidos se entreguen tan rápido como los minoristas creen. Los compradores están abiertos a alternativas, sobre todo cuando se les presenta información sobre el impacto medioambiental.

Por ejemplo, plantar árboles a cambio de un método de entrega que reduzca las emisiones de carbono es un incentivo muy eficaz para que los consumidores esperen más la entrega del paquete. Y para los minoristas, el tiempo de entrega adicional permite una mejor distribución del inventario a lo largo de la cadena de suministro. 

2. Proporciona envases reciclables.

En los últimos años han surgido muchos consorcios, fundaciones y alianzas para ayudar a las empresas a navegar por el desafiante entorno de la legislación, la tecnología y las opciones de uso posterior al embalaje. Asegúrate de que tu empresa colabore con estos grupos, ya que la complejidad de la economía circular y las nuevas tecnologías de envasado son demasiado amplias para que cualquier empresa individual las aborde por sí sola. 

Las empresas apoyan los envases sostenibles de formas innovadoras. Por ejemplo, una empresa tiene como objetivo reducir los desechos oceánicos comprando plástico a los consumidores y vendiéndolo a los fabricantes para su reutilización; otra proporciona bolsas reutilizables para la entrega a domicilio del consumidor y el reciclaje de envases de plástico vacíos.

3. Acepta el “recomercio” como parte de la venta minorista sostenible.

Los consumidores, cada vez más, rechazan la cultura de desechar las cosas. Esto crea un mercado para lo que podría llamarse “recomercio”. Muchos minoristas, concretamente los vendedores de ropa, calzado y accesorios, ofrecen servicios que permiten a los consumidores donar o revender sus artículos no deseados en lugar de enviarlos a vertederos.

La lista de empresas que revenden o reciclan ropa usada se está expandiendo muy rápido: Esto incluye minoristas establecidos como REI, H&M, Patagonia y Primark, así como nuevos participantes en línea como Poshmark, The RealReal y Kidizen. La investigación muestra que, dentro de los próximos 10 años, el mercado de la reventa superará los 80 mil millones de USD en valor, superando el valor estimado de la moda rápida de 43 mil millones de USD.

A medida que la economía circular se arraiga a nivel internacional, los minoristas deben incorporar la sostenibilidad en toda su cadena de suministro. La venta minorista responsable ya no puede verse como un inconveniente costoso: ahora es un requisito generalizado.