Por qué y cómo crear y usar hojas de ruta tecnológicas

Por Jackie Wiles | 4 minutos de lectura | 2 de noviembre de 2023

Una visión global

El valor de las hojas de ruta radica en vincular la tecnología a los objetivos de la empresa

El alcance, el propósito, el contenido y la representación visual más adecuados para una hoja de ruta tecnológica dependen del público objetivo. En general, sin embargo, hay cuatro buenas prácticas que ayudan a garantizar la creación y utilización de hojas de ruta tecnológicas de manera eficaz para apoyar los modelos de negocio e impulsar los objetivos.

Las hojas de ruta tecnológicas adoptan muchas formas: estos cuatro pasos garantizan su valor para las partes interesadas

Las hojas de ruta tecnológicas se dirigen a diferentes ámbitos y decisiones y adoptan muchas formas visuales, como las siguientes:

  • Las hojas de ruta de tecnologías emergentes hacen un seguimiento de la evolución y el impacto potencial de las tecnologías emergentes que podrían ser importantes para la organización. Ayudan a los responsables de TI a prepararse para implementarlas mediante el establecimiento de unas bases de digitalización adecuadas. También capacitan a los productores de tecnología para integrar las innovaciones en sus carteras según la velocidad y la escala adecuadas. 

  • Las hojas de ruta de gestión del ciclo de vida de la tecnología rastrean los cambios actuales y previstos en las aplicaciones y la infraestructura para que los propietarios de la arquitectura puedan decidir dónde optimizar y racionalizar la cartera de tecnología. 

  • Las hojas de ruta de implementación tecnológica ayudan a planificar la implementación de nuevas tecnologías. Proporcionan a las partes interesadas de TI y de los departamentos de empresa pertinentes una descripción general de los proyectos en curso y previstos, y las ayudan a gestionar cualquier interdependencia.

Paso n.º 1 de la hoja de ruta: Identifica la estrategia empresarial y ajusta la estrategia tecnológica

  • La estrategia tecnológica de la empresa, que a su vez evoluciona con la estrategia empresarial, debería impulsar las hojas de ruta tecnológicas. Cada resultado comercial tiene sus correspondientes resultados tecnológicos explícitos. Así, por ejemplo, la tecnología para acelerar los tiempos de respuesta de la atención al cliente favorece los objetivos de satisfacción y experiencia del cliente.

  • Refleja esta correspondencia en unos planes estratégicos de TI claros y concisos que documenten las iniciativas y las tecnologías y capacidades de apoyo necesarias para impulsar los resultados comerciales, e incorpora todo esto en la hoja de ruta tecnológica.

Paso n.º 2 de la hoja de ruta: Determina qué estado requerirá la arquitectura tecnológica en el futuro

  • Desarrolla un plan para el estado futuro u objetivo de tu arquitectura tecnológica que incluya las tecnologías en las que la organización debe modernizarse o invertir en los próximos años para lograr sus resultados comerciales. Identifica, además, las nuevas capacidades que necesita la empresa y las capacidades existentes que requieren una mejor tecnología. 

  • Los arquitectos empresariales y los responsables de empresa son partes interesadas clave, junto con los responsables de TI, en la creación de mapas de la capacidad empresarial actual y futura. Una colaboración deficiente podría dar lugar a un enfoque tecnológico ascendente en el que la arquitectura no consiga apoyar las futuras capacidades y necesidades empresariales.

En 2025, el 80 % de los directores de tecnología (CTO) que utilicen hojas de ruta tecnológicas centradas en los resultados comerciales observarán un aumento del 20 % en las puntuaciones de satisfacción de los empleados y de los clientes, debido a una mejor alineación entre la tecnología y las necesidades de la empresa y de los clientes.

Fuente: Gartner

Paso n.º 3 de la hoja de ruta: Elabora diferentes hojas de ruta para cada tipo de parte interesada

  • Las hojas de ruta tecnológicas deben ser distintas y contener diferentes datos e información en función de las decisiones relacionadas con la tecnología que la parte interesada necesite tomar.

  • La creación de varios tipos de hojas de ruta es una buena práctica importante, ya que evita la necesidad de utilizar una única hoja de ruta tecnológica empresarial excesivamente compleja.

Paso n.º 4 de la hoja de ruta: Colabora con las partes interesadas para asegurar la pertinencia de la hoja de ruta

  • Limita la cantidad de información incluida en la hoja de ruta y los atributos que se muestran a la información que las partes interesadas consideran necesaria para su toma de decisiones. 

  • Adopta el compromiso de ofrecer actualizaciones periódicas, en especial si se produce cualquier acontecimiento que requiera un cambio en la estrategia o en los perfiles de riesgo empresariales o tecnológicos. Incluso en condiciones de negocio estables, el ritmo vertiginoso del cambio tecnológico significa que debes revisar las hojas de ruta tecnológicas con regularidad (más de una vez al año).

La razón de ser del estudio

Desde el escritorio de Samantha Searle, directora analista de Gartner

“Las hojas de ruta tecnológicas suelen ser responsabilidad del director de tecnología, pero muchos de ellos tienen dificultades a la hora de crear hojas de ruta eficaces y comunicarlas bien para que realmente ayuden a los responsables de empresa y de TI a priorizar las inversiones en tecnología. La adopción de unas buenas prácticas mejora las posibilidades de que las hojas de ruta impulsen decisiones tecnológicas que fomenten los objetivos de la empresa y creen oportunidades para apoyar las necesidades empresariales y de los clientes”.

Las 3 cosas que contar a otros profesionales de tu sector

1

Las hojas de ruta tecnológicas son distintas en cuanto a tipo y estilo visual. Selecciona el formato más adecuado para tu público objetivo.


2

Cualquier hoja de ruta tecnológica debe crearse en consonancia con la estrategia empresarial.


3

Esta visión ayuda a las partes interesadas a tomar decisiones sobre qué inversiones en tecnología impulsarán los objetivos y el modelo de negocio, y a determinar los plazos asociados.

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Samantha Searle, Ph.D., se encarga de la investigación que ayuda a las organizaciones a impulsar con éxito la innovación tecnológica. Las principales áreas de especialización de la Sra. Searle son la innovación y las tendencias tecnológicas (incluida la investigación anual Las 10 principales tendencias tecnológicas estratégicas), el papel cambiante del director de Tecnología (CTO) y los laboratorios de innovación. Anteriormente, dirigió las metodologías del Magic Quadrant y Critical Capabilities para la investigación de herramientas de arquitectura empresarial, así como el desarrollo de la investigación sobre gestión de procesos empresariales y herramientas de análisis de procesos empresariales. Aprovecha su experiencia previa en el mundo académico y de la consultoría para investigar las buenas prácticas en la aplicación de la innovación tecnológica, la arquitectura empresarial y la gestión de procesos de negocio para las empresas clientes. Asesora a los clientes sobre cómo desarrollar el enfoque adecuado para su organización, especialmente a la hora de impulsar la innovación tecnológica en el contexto del negocio digital.

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